En el mes de septiembre la huerta y el jardín se ven mayormente verdes, y como siempre, disfrutamos de las cosechas de arvejas y de espárragos que tan deliciosos son cuando se consumen frescos.
La producción es abundante así que lo mejor es salir cada día (o día por medio) y cosechar unas cuantas arvejas y algunos espárragos, darles un pequeño hervor...y a comer! La arvejas frescas son tan dulces que muchas veces las comemos crudas.
La cosecha diaria es fundamental para que los brotes no se estiren demasiado y se abran. Además de esa manera la planta seguirá produciendo nuevos brotes.
Las arvejas que fueron sembradas en tres tandas, nos permiten cosechar durante varias semanas.